martes, 13 de octubre de 2015

VINOS QUE ... ¿DAN SUSTITO?



          Como ya hemos comentado en otras ocasiones, la variedad del etiquetado de las botellas (en este caso de vino) es prácticamente inabarcable. Las bodegas se preocupan de transmitir parte de su esencia a través de esta pequeña imagen en el envase. Y así, encontramos algunas muy elegantes, otras divertidas, más o menos artísticas, curiosas, ingeniosas, figurativas, con diseño clásico, totalmente vanguardistas,  etc.

          Se acerca la Noche de Difuntos. Y muchos vinos aluden a esta festividad tan especial a través de su propio etiquetado. De ese modo, con mejor o peor gusto, podemos encontrar un amplio espectro de bichos repelentes, telas de araña, calaveras, hombres encapuchados, brujas o lúgubres representaciones que forman parte de la simbología de esta noche tan especial.  

 
 

Possesion The Unoholy Wine Collection –  Noruega

 
          Dentro del panorama nacional, queremos referirnos en esta ocasión a una bodega en concreto: la mallorquina ÁNIMA NEGRA y su vino estrella "Son Negre" con los que colabora el pintor Miquel Barceló desde 1.999.
 
          Ánima Negra, fundada tan solo cinco años antes, es el resultado de la simbiosis perfecta de tres elementos presentes en la isla: clima, suelo y variedades de uvas autóctonas (Callet, Mantonegro, Fogoneu y Prensal Blac) que garantizan la calidad de sus cuatro vinos y la marcada personalidad de cada uno de ellos.
 
 
  • ÀN.- Es un vino tinto elaborado a partir de unas viñas en las que se combinan las plantas viejas de callet con un suelo pobre y mineral sobre roca calcárea, en competencia con árboles frutales plantados entre las mismas. Tiene un paso por madera de 18 meses en roble francés, con tostado medio y bajo y dos meses en depósito.   
  • ÀN/2.- También tinto y elaborado con las variedades autóctonas más importantes de la isla, con una doble selección de uva (manual y óptica), fermentación maloláctica en depósitos de cemento y envejecimiento en barricas de roble francés y americano durante 13 meses. 
  • QUÍBIA.-  Vino blanco en que la variedad callet está también presente, así como la doble selección de las uvas que son enfriadas en cámaras frigoríficas y sobre un lecho de nieve carbónica para evitar oxidaciones. Su crianza sobre lías aporta, además, elegancia y frescura al resultado final. 
  • SON NEGRE.- Monovarietal de callet, con una expresión elegante de fruta fresca y marcadas notas minerales procedente de los tres viñedos más viejos, que son acariciados por la brisa marina y donde confluyen las tres características esenciales: suelo pobre, mineralización extrema y muy poca retención de agua.


          Este vino tan especial sólo sale al mercado en aquellas añadas en las que después del envejecimiento en roble (veinte meses de crianza en barricas que le aportan su tono especiado) se consigue una excepcional calidad reflejo, además, de las características de esas tres viñas. De no conseguirse el resultado deseado, pasa a formar parte del ÀN.
 
          Y es precisamente en su etiquetado donde interviene la mano del artista y vecino de la propia bodega Miquel Barceló, como fruto de la amistad que mantiene con los propietarios de la misma, Miquel Ángel Cerdá y Pere Obrador y por el orgullo que todos sienten por este tinto tan especial que ha llegado en alguna ocasión a obtener 94 puntos Parker.
 
          Para cada una de sus añadas, Barceló ha diseñado una auténtica obra de arte en miniatura. Representaciones ancestrales, humanas o diabólicas, habitantes del mar, presencias extrañas e inquietantes que reflejan el universo tan personal del autor como el vino que, de alguna manera, está definiendo. Todo ello podemos observarlo en las cinco primeras botellas de su producción donde tanto los peces, como el cráneo de cabra o las dos pequeñas bestias aluden a la marca de la casa: Ánima.


 

                        1999                      2001                     2004                   2005                    2007
 
          
          Posteriormente, en la del 2.010, el artista estampó sus ojos a hierro y fuego en el cuerpo de la botella con unos gruesos trazos marcados, uno a uno, sobre papel rasgado. Su mirada hipnótica, que recuerda la de las pinturas románicas, parece examinarnos desde el centro de la etiqueta.
 

 
         
          Pero, sin embargo, es tal vez la correspondiente al año siguiente la más enigmática de sus propuestas, toda una experiencia lírica y filosófica a través de la lectura en voz alta de un poema de Juan Eduardo Cirlot, Visió Smaradigna, desde dónde nos invita a comprender la belleza que nos rodea y la intensidad del color del alma.
 
         
 
          Habrá más añadas de Son Negre. Y, seguramente, más etiquetas de Barceló que las ilustren. Y, por supuesto, muchas más Noches de Difuntos.
 
          Pero, tal vez, sea el mejor momento ésta que ya se acerca para girar la botella y leer el poema que la abraza. Después, descorcharla lentamente y, una vez que los malos espíritus hayan desaparecido, comenzar a disfrutar sin ningún tipo de miedo de este vino tan mágico como especial.

 

H. DÉNIZ.- SUMILLER EEC.

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario